Descripción
La historia detrás de una funda de salterio
Cada funda nace del aroma a cuero natural y del pulso firme de las manos que lo trabajan.
Selecciono cuidadosamente pieles de curtición vegetal o badana, materiales nobles que con el tiempo adquieren un carácter propio, como si guardaran las oraciones y melodías que acompañan.
Con paciencia y precisión, cada puntada se hace a mano, usando tireta de cuero marrón oscuro. No hay prisa: solo el ritmo constante de la artesanía, donde cada costura refuerza una promesa de durabilidad.
El forro interior marrón protege el salterio con la misma calidez con que se protege algo querido. El cierre de cremallera mantiene a salvo cada página, cada nota, cada palabra que inspira.
Y el grabado Buen Pastor —único en cada pieza— convierte la funda en un sello personal, una huella irrepetible.
Nada se produce en serie.
Cada funda se hace a medida, bajo pedido, para acompañar solo a quien la elige.
Así, más que una simple protección, se convierte en un objeto con alma: una pieza elegante y duradera, nacida de la tradición y pensada para honrar lo sagrado que llevas contigo.









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